Oración en el Huerto
Fueron las paredes de esta capilla el primer reclinatorio donde nos regalaste en dosis de generosidad la fórmula magistral que cura el alma: la Oración. El arquitecto de la ciudad concibió el Monte Tabor renacentista, que te aguardaba, años más tarde. En El Salvador Pedro, Santiago y Juan serán testigos de tu gloria – motivos centrales de su retablo y fachada –, como lo son de tu sufrimiento humano en el Huerto de Getsemaní. La falta de fe en la oración nos hará caer rendidos bajo la sombra de un olivo que tuvo que buscar, sabiamente, un nuevo huerto: San Pablo. No podía ser otro templo el que te esperara, pues como a Pedro, Juan y Santiago, Dios se revela a Pablo de forma excepcional. Úbeda se creó para contener fielmente tu Imagen y Palabra. Y al comenzar a abrirse, en todo su esplendor, el primer jueves que brillará más que el sol, volveré a ver en la Corredera de mi niñez, el guión en casa de Juan de Dios Peñas, esperando ser recogido por los sones vibrantes de la banda encabezada por su jefe de banda celestial: Juanito Pedrosa.
Foto: Alberto Román Vílches (@tiopetos)
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