Expiración

Con suma facilidad perdemos el norte. La superficialidad de la sociedad, que estamos construyendo entre todos, nos hace perder autenticidad y frescura. En la lonja de la Trinidad, Jesús será elevado para la salvación de todos, como así hiciera Moisés en el desierto con la serpiente de bronce . Hagamos un alto en nuestra frenética vida y fijemos la atención en un Cristo que, en el martirio de la Cruz, con sus brazos en amor extendidos, nos sigue enseñando a amar a los demás, en la adversidad: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» . Y los evangelistas, notarios de Cristo, en el Gólgota hecho trono de pebeteros humeantes, darán fe de un pueblo que se convoca ante la Cruz redentora del Cristo de la Expiración.








Foto: Alberto Román Vílches (@tiopetos)

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